En el jardín de la pasión, sembré mi amor por ti,
dulce como la miel, pero con un toque de frenesí.
Eres el caramelo que endulza mi amargo dolor,
un dulce veneno que embriaga mi corazón.
Tus besos son como chocolates, tentadores y adictivos,
me sumergen en un éxtasis que me hace sentir vivo.
Pero detrás de tu dulzura, se esconde un oscuro deseo,
un anhelo sádico que me lleva al más profundo anhelo.
Eres como un malvavisco, suave y esponjoso al tacto,
pero también eres el fuego que consume todo lo que hago.
Tu ternura es como un algodón de azúcar, ligera y efímera,
pero tus deseos son como un vendaval que arrasa mi quimera.
Aunque tu amor sea un juego de dulce y sádico placer,
me entrego a ti con pasión, sin miedo a enloquecer.
Porque en este universo de sabores y sensaciones,
solo tú puedes saciar mis más profundos anhelos y pasiones.
En el jardín de la pasión, sembré mi amor por ti,
dulce como la miel, pero con un toque de frenesí.
Eres el caramelo que endulza mi amargo dolor,
un dulce veneno que embriaga mi corazón.
Tus besos son como chocolates, tentadores y adictivos,
me sumergen en un éxtasis que me hace sentir vivo.
Pero detrás de tu dulzura, se esconde un oscuro deseo,
un anhelo sádico que me lleva al más profundo anhelo.
Eres como un malvavisco, suave y esponjoso al tacto,
pero también eres el fuego que consume todo lo que hago.
Tu ternura es como un algodón de azúcar, ligera y efímera,
pero tus deseos son como un vendaval que arrasa mi quimera.
Aunque tu amor sea un juego de dulce y sádico placer,
me entrego a ti con pasión, sin miedo a enloquecer.
Porque en este universo de sabores y sensaciones,
solo tú puedes saciar mis más profundos anhelos y pasiones.